Llevo unos días con el blog algo desatendido y no será por temas ni ganas. Recupero una reflexión en plan «Uesqueta» sobre las inversiones públicas y el desarrollismo innecesario en plan infraestructuras: el aeropuerto de Monflorite.

Según AENA para el 2010, casi 125.000 pasajeros transitarían por el aeropuerto. El resultado fue de 6.368, unos pocos más que en 2009. De igual forma se había planificado tener tráfico regular con Madrid y Barcelona, además de vuelos chárter con Baleares, Canarias, Londres y París. La realidad es que sólo se vuela a la capital británica. El desastre de previsiones, ligado a una infraestructura ejecutada más con el ¿corazón? que con la cabeza nos lleva a un despilfarro de dinero público y más que habrá que untar. El deseo macroindividualista de cada pueblo debe tener su piscinita, llevado al tema aeropuertos. No me extiendo ya que la crisis nuclear de Japón me lleva a pensar que, efectivamente, el llamado Bloque Capitalista Rico ha agotado sus recursos y le da igual todo: invertir, destruir, invertir, hasta el epitafio final.