Biel alertó a los suyos de las consecuencias que tendría un pacto «de izquierdas» entre «tres partidos que hablan catalán».
Vía / «Biel y Boné llaman a la «unidad» ante la amenaza de la izquierda catalanista», El Periódico de Aragón, 29.01.10.
Impresionante el killer Biel y sus secuaces, haciendo apología de lo imposible, y dándole a la calculadora aritmética (esa que puede perpetuar al PAR en el poder cuatro años más). Y peligroso este discurso anticatalán, en la línea antisemita, alimentando vicios falsos y jugando con lógicas tramposas. No sé si alargarán la burra, o la gente preferirá seguir votando a esta derecha ultramontana, capaz de ocultar lo evidente (La Muela, Asael, Gran Scala, etc.) para jugar a las percepciones fáciles. Y con amenazas de disidencia interna en su partido. O eso dicen.
Lean esto: La demodura ilustrada, eldeslumbradordecocodrilos.blogia.com
Firmado por el Secretario de Organización de Rolde Choben, el señor Lorenzo Pastor, y sin ningún pudor nos habla de lenguas, de «uniformidad antinatura», de expansionismo, haciendo un flaco favor a este país (Nacionalidad Histórica, según se mire la historia de las naciones), defendiendo criterios paranormales a la hora de proteger y dignificar nuestras lenguas. ¡Menudo jeta! Ahora a llorar, como sus amigos, los regionalistas destructores que van haciendo campaña contra la que llaman «Ley del Catalán», en Monzón, Fraga, Altorricón, también por Calaceite, Aguaviva o La Portellada. Algunos me dicen que no hay que hacerles caso, pero vale la pena sacar a la luz semejante pantomima, holocausto genocida para que nada cambie. ¿Recogerán firmas en La Muela?
Hace unos meses leía un artículo de David Trueba que me hizo mucha gracia (titulado «Lobos y corderos», en la revista Dominical, 319, 26.10.08). Venía a decir que el nacionalismo que menos le gusta es el nacionalismo madrileño, ya que al ser el de allí le asqueaba mucho esa forma cínica-liberal de tratar las cosas públicas (sanidad, despilfarro en actos, invención de mitos). Dentro de esta dialéctica estatal es verdad que este regionalismo madrileño es el mayor mal de la pluralidad corregida que se da en el Estado de las autonomías. Lejos del (separatismo), en caprichosa exaltación, requiere un gusto y un privilegio grande al ser la «capital de», y claro así cargarse el natural castellanismo y de paso subirse a la chepa elitista de la financiación autonómica. Esperanza Aguirre tiene un cado identitario impresionante, que mientras dure evitará la voladura controlada y democrática de las naciones encorsetadas y oprimidas dentro del Estado español. ¡Entalto el Dos de Mayo, copón!
Hèctor López Bofill nos habla de autofàgia nacional para definir la situación de colapso que vive el catalanismo político, con el giro españolista del PSC y las perversas consecuencias que va a traer el nuevo sistema de financiación (9,76% de déficit fiscal). La hipocresía sociolista. Lamenta que al menos con el PP y su catalanofobia, la gente del país se cohesionaba más y eso permitía crecer al independentismo político y social. Depravación moral, ética y cultural, todo en un lenguaje un tanto apocalíptico. Leí hace poco en la blogosfera aragonesizante un post sobre la lenta decadencia del PAR, un partido que pudo y no quiso cambiar las cosas (Trillar lo trillado, 2ª parte). Regionalistas que dilapidaron la tarea de reconstrucción nacional por intereses personales, económicos y partidistas. La autofagia habla de la decadencia de un pueblo, con enemigos internos y externos. ¿Iremos camino de la nada?
UPD ¿Aragón? Nos deleita el cálido agosto a través de su coordinador general, Javier Carroquino, en un artículo de opinión titulado “Estrategia partidista”. En este texto habla de su espacio, ocupado actualmente por el “identitario” PSOE y la derecha. Me hago un lío. Ellos quieren ocupar el espacio sociológico del PSOE pero sin pactar con los nacionalistas periféricos. Y supongo que renunciando a gobernar u ocupar escaños en esos extraños parlamentos de provincias. Y por si acaso con reforma de la ley electoral para que los Galeuscat, soberanistas extraños y autonomistas desfondados jamás de los jamases puedan tomar decisiones en su “cámara nacional”. Doble rasero. La UpyD, peligrosamente española: “Para que los partidos nacionalistas dejen de condicionar y coartar el presente y el futuro de nuestro país”.
Adoptar una terminología consecuentemente nacionalista, que incluya la utilización habitual de términos como nación, nacional o nacionalismo, país, pueblo soberano… En las relaciones con otras organizaciones políticas puede ser negociable, pero de ningún modo pueden utilizarse términos como región o regional
Ponencia “Recuperar el pasado. Construir el futuro”. II Asambleya Nazional de UA-CHA, 1988.
20 años después habría que evaluar el alcance de estas recomendaciones casi “prenacionalistas”. ¿Es más nacionalista el pueblo aragonés en el 2008? ¿se sigue pecando de aragonesismo en vez de nacionalismo o soberanismo? ¿qué opina el nacionalismo expectante al respecto? ¿porqué el aparatik mediático prefiere la terminología regional a la autonómica?
No pedimos cargos, queremos hablar de país. Queremos que los temas de identidad y de lengua sean prioritarios en cualquier pacto, que el catalán sea la lengua vehicular.
Estas cosas manifestaba la presidenta de Unió Mallorquina, María Antonia Munar, el pasado 3 de junio. Su partido apostaba por ir en contra de cualquier planteamiento que tuviera el PP (especulación en la fachada marítima de Palma, ordenación territorial agresiva con el paisaje autóctono). Los españoles andan nerviosos con la pérdida de la mayoría absoluta, de 30 a 28 diputados. Tal vez esto abra una crisis interna respecto al discurso mononacional del Partido Popular. Tal vez no. Ya consiguieron un milagro, que la regionalista UM adquiera un discurso más respetuoso con la nación balear.
La alternativa ya está en marcha, con el PSOE, Bloc per Mallorca (coalición con el Partit Socialista de Mallorca-Entesa Nacionalista, Esquerra Republicana de Catalunya y Alternativa Esquerra Unida-Els Verds) y UM. Unos 180.000 votos. El presidente será el sociata Francesc Antich, apoyado por esta heterogénea alianza pro-identitaria, en la que algunos quedaron fuera. Lo que vale hoy quizá mañana no valga, ya se repitió un escenario similar en la legislatura 1999-2003. El nacionalismo balear y el catalanista han apostado por gobiernos, como dicen ellos, progresistas, ecologistas y alternativos. Las Islas Baleares son un país difícil, complejo, cada isla ofrece su configuración política, y el hecho singular de la insularidad da cierta perspectiva de libertad. Veremos que ocurre.