Queda poco para las elecciones y para el secretario general de Podemos Aragón-con- España, se le enreda el discurso, queriendo ser todo y nada, jugando a la banalidad más simple del nacionalismo español. Defender la sanida pública es un derecho, una exigencia, eso no lo dudo, pero de ahí a asociar esta idea con «los españoles de bien» hay una negación de otras posibilidades… ¿una futura república aragonesa no podría tener sanidad pública, universal y garantizada para todas? Algunos han cambiado mucho, lo electoral trastoca, y hablamos de hace cinco años, no hay que ir más lejos…, ahora, que si banderas y muros, buenos y malos, perversa banalidad, que convierten a Nacho en un claro ejemplo de nacionalismo banal: aceptación de la única realidad posible, la del «cachito de pizza» parlamentario.
Y luego tenemos al señor del PAR, Arturo Aliaga, cómico como su partido en sí, saliendo en la foto de Colón del pasado domingo. Otro «pilla votos», olvidando las causas del desprecio hacia la tierra que le vio nacer. Me da pena, sin más. Ahogados en su destino universal, algún día hablaremos del papel de los regionalismos…, telita, con el aragonesismo del orden constitucional. Si no soñamos, nunca seremos libres.