Sagrada cuestión la de estar nacionalista aragonés y ser nacionalmente aragonés. La gente suele ser suspicaz con estos temas, unos por quedar bien con entornos más internacionalistas (en el ámbito de la izquierda más alternativa), otros por el miedo patológico “del que dirán nuestros amigos españoles” (léase toda la pléyade aragonesista que jamás marca sus diferencias con el Estado) y otros por desconocimiento conceptual. En todo caso en el terreno de lo simbólico los sentimientos reinan. Dicen que el nacionalismo es un movimiento político que aspira a obtener o ejercer el poder del Estado (cito a John Breuilly), por eso hay partidos que cuando cogen su cacho de Estado ya se quedan contentos con su nacionalismo. El soberanismo subiría un poco más la tensión. Y el independentismo ni te cuento. Lo natural sería ser aragones@s sin más,vivir con naturalidad las cosas pero el problema es cuando los nacionalistas españoles chocan con tu planteamiento de vida (ahí está www.aragoncolonial.es) y te obligan continuamente a justificar tu nacionalidad, tu nacionalismo aragonés en este caso: “así que no te alegras que la Roja gane”, “así que cuando vas a Madrid estás en el extranjero”, “¿porqué sacas esa bandera regional (sic) cuando te haces una foto en Dublin?”. Así son las cosas.
Dos datos para la autoestima nacional. Siendo los aragoneses los campeones de la colonización española, podemos mirar otros espejos y no quedamos tan mal en la comparación. En Galiza, según una encuesta-estudio preelectoral del CIS el 3,3% de l@s galleg@s apuestan por un Estado donde las Comunidades Autónomas puedan independizarse (así vienen dadas las posibilidades ante la pregunta ¿con qué fórmula de organización territorial del Estado está más de acuerdo?). El 55% quiere que todo siga como hasta ahora. Pocos son los independentistas pues. O se ha cocinado en exceso el estudio. Respecto a la pregunta de la autoidentificación, un 4,9% se siente únicamente gallegos, siendo un 19,9 el porcentaje que se siente más gallego que español. En este apartado despegan un poquito más respecto a nosotros.
El otro dato señala la fecha del 6 de diciembre, cuando la plataforma Causa Galiza organizó una concentración contra la Constitución en Compostela. Acudieron unas 200 personas, bien vigiladas por fuerzas antidisturbios, lectura de manifiesto, himno nacional. Llamamiento al pueblo trabajador gallego. Un tipo de acto que se podría haber hecho, y así es, en Aragón. Por lo menos en cuanto a la fuerza de la llamada izquierda nacional (o soberanista o independentista). Hay límites que no hemos traspasado y estamos muy lejos de los mismos, sobre todo en concienciación, organización y movilización. Pero a veces los datos o las sensaciones en estado bruto nos asombran y nos acercan más de lo que parece.
Increible lo de la semana pasada en el Senado italiano (24.01.08). En una sesión con insultos, escupitajos, provocaciones varias. Romano Prodi presentando su dimisión. Y la derecha de Berlusconi se lava las manos. Patéticos los democristianos: Vendido, cornudo, trozo de mierda, maricón o puta. Transfugismo, lealtad a porrazos, expulsión de la oveja negra (llamado Nuccio Cusumano). Partiinost. Partidismo. Puliticos, soz mierda. Normal que la gente pase y desconfie de los políticos. Así no. Se acerca el 9-M… ¿PPSOE?
La aproximación verdaderamente nacionalista da por sentado que el nacionalismo es una expresión de la nación. La nación desea la independencia y los nacionalistas simplemente articulan ese deseo y tratan de convertirlo en realidad. Naturalmente, éste es el punto de vista adoptado por los propios nacionalistas, a menudo incluso con una perfecta sinceridad. El que los demás acepten ese punto de vista ya es otra cuestión.
John Breuilly, 1985, Nacionalismo y Estado, Barcelona: Pomares-Corredor, p. 30.
Pasen y vean…
Nuestro proyecto político debe seguir insistiendo en la tarea de concienciación de la sociedad con respecto a la realidad nacional de Aragón, que el resto de las fuerzas políticas aragonesas niega o minimiza. Nuestro proyecto político es el único que puede extender paulatinamente, entre la sociedad aragonesa su pertenencia a una comunidad política diferenciada de su entorno por factores culturales, lingüísticos, históricos, geográficos o jurídicos que nos definen como país.
Extractado del borrador del documento de la ponencia para la VIII Asambleya Nazional de CHA, p. 5.
Una cosa es la teoría y otra la realidad. Para ser nacionalista tienes que trabajar por expresarte nacionalmente, ¿se expresó mucho o poco la CHA en los últimos 8 años? ¿será el parrafo otro brindis al sol?
Conjunto de vínculos materiales, espirituales o afectivos, que ligan a los habitantes de un territorio, concretados en la participación de una misma cultura, junto con la conciencia de pertenecer a una comunidad diferenciada, con un pasado histórico común y propio, en el que se reconocen, y especialmente con un porvenir que debe ser autónomamente determinado por los integrantes de esa comunidad. (castellano)
Conchunto de binclos materials, esprituals o afeutibos, qu’enreligan á os abitadors d’un territorio, concretatos en a partezipazión d’una mesma cultura, chunto con a conzenzia de pertenexer á una comunidat esferenziata, con un pasato istorico común e propio, en o que se’n reconoxen, y espezialmén con un esbenidero que debe estar autonomamén determinato per os integrans d’ixa comunidat. (aragonés)
Probablemente la definición más completa que he podido leer sobre nación y sobre Aragón. Proviene de esa especie de think thank que era el RENA (en 1977, Aragón es nación). Treinta años no es nada. O tal vez mucho tiempo, pero quería recuperar y volver a divulgar esta definición que lo tiene todo: identidad, diferenciación, reconocimiento, voluntad, integración y autodeterminación. ¿Alguien la supera?