Mucha foto y muchos sueños que parece que se cumplen para la recuperación definitiva de la estación de Canfranc. Si leemos el Heraldo o las informaciones que sacan desde la Consejería de Vertebración del Territorio de la DGA, la reapertura es inminente. ¿Pero qué reapertura? ¿será un espejismo más?
Comunicaciones, patrimonio, turismo, quizás especulación. Debemos escarbar un poco para darnos cuenta que el rigor hacia lo que fue el edificio se cae por su propio peso, esto lo viene denunciando APUDEPA con insistencia. Ahora viene de visita el ministro Ávalos a engrandecer el espejismo y las falsas promesas: «inversiones en Aragón, Madrid cumple, se reabrirá…». La vieja política de siempre.
Veamos la letra pequeña:
Me preocupa la propuesta acordada entre PSOE y Unidas Podemos, en el acuerdo de gobierno estatal, respecto a infraestructuras de transporte, ya que consideran prioritario culminar los corredores atlántico y mediterráneo (medidas 8.1, dentro de “revertir la despoblación”). La conexión interterritorial ofende a países de frontera como el nuestro. Son décadas de ninguneo y las prioridades están claras hace tiempo: La Junquera e Irún.

Para las zonas de frontera centrales, más dudas que certezas. El estado lamentable de la Route Nationale 134, entre Pau y Somport. Camiones, transporte peligroso… 80 kilómetros de tortura. ¿Está más cerca Occitania? Ahora lo dudo y más con el tema de la crisis del Covid-19. Hay otras prioridades y al final Canfranc, su túnel, el tren, quedarán sepultados. La hemeroteca es jodidamente objetiva. Y la partida de tenis, eterna. Ni La República en Marcha de Macron, ni el PSF, ni el PSOE, ni el PP… ni los subalternos de la foto en redes y el hashtag fácil.
Luego, a llorar por la despoblación…, en realidad, ¡a ploriconiar, a la vía fantasma!