Hace unos meses leía un artículo de David Trueba que me hizo mucha gracia (titulado «Lobos y corderos», en la revista Dominical, 319, 26.10.08). Venía a decir que el nacionalismo que menos le gusta es el nacionalismo madrileño, ya que al ser el de allí le asqueaba mucho esa forma cínica-liberal de tratar las cosas públicas (sanidad, despilfarro en actos, invención de mitos). Dentro de esta dialéctica estatal es verdad que este regionalismo madrileño es el mayor mal de la pluralidad corregida que se da en el Estado de las autonomías. Lejos del (separatismo), en caprichosa exaltación, requiere un gusto y un privilegio grande al ser la «capital de», y claro así cargarse el natural castellanismo y de paso subirse a la chepa elitista de la financiación autonómica. Esperanza Aguirre tiene un cado identitario impresionante, que mientras dure evitará la voladura controlada y democrática de las naciones encorsetadas y oprimidas dentro del Estado español. ¡Entalto el Dos de Mayo, copón!
«Yo creo que en este momento tiene poco sentido un partido nacionalista en Aragón. En las últimas elecciones la CHA sacó 40.000 votos, a lo mejor son 40.000 nacionalistas que hay en todo el territorio. Pocos mimbres para hacer un cesto».
En un desfase total con muchos precedentes en los últimos años, el ARAGONESISMO muere de viejo o de torpe o de téoricamente poca cosa que llevarse a la boca. En el último fin de semana tanto José Antonio Labordeta como Hipólito Gómez de las Roces han destapado el tarro de las esencias. Del segundo comentaremos poco, sus profundos conocimientos sobre Filología y lenguas románicas me dejan perplejo. Deseo explayarme con El Abuelo, personaje ácrata donde los haya, librepensador que por circunstancias de la vida terminó en Cha. Chunta perdió la mitad de sus apoyos electorales por muchos factores, el jugar a querer representar la periferia del centro, cuando somos la periferia de la perifera, y bueno, el tema del funcionamiento democrático de los partidos políticos (poco colaborativos, jerárquicos, alejados del pueblo). Si tan buena labor realizó Labordeta, ¿porqué no le votó la gente? ¿el pueblo es tonto? ¿o la partida entre nacionalistas del PP y PSOE funcionó mejor?
El ARAGONESISMO ha muerto. Con semejantes liderazgos, así nos va. Hemos sido cómplices de estereotipos, usos, abusos y redenciones que nos llevan a un punto de partida mortal. La negación de nuestro carácter nacional. Sin teoría no hay acción, seguiremos durante muchos años en laberintos, espejos, idolatrando a falsos dioses y como no decirlo, desapareciendo como pueblo. Esperemos que no.
Hace poco se sugería la posibilidad de comentar algo sobre el modelo de movimiento de lberación nacional que se ha de trabajar en Aragón (Comentarios en Un año de asambleas, 29.12.08). Algunos hablan de “copiar” algo similar a KAS (Coordinadora Aberzale Socialista), que surgió a comienzos de los años ochenta; una estructura piramidal que tenía como vanguardia a ETA-m (es decir un grupo armado como lanzadera de su liberación), más luego unas organizaciones coordinadas a distintos niveles, con HASI (para globalizar las actividades de masas), los Comités Patriotas Socialistas (ASK), que aunaban las distintas luchas sectoriales (gestoras pro-amnistía, asambleas de barrio, comités anti-nucleares, asociaciones por el euskera…), el sindicato (LAB) y el movimiento juvenil (Jarrai). Una ponencia de 1983 defiende la idea de un bloque dirigente monolítico, sin fisuras, para evitar la descohesión. Herri Batasuna era una parte más, pero como partido de unidad popular que recogería el voto de este MLNV. Con el tiempo KAS fue evolucionando, ya en 1996 las organizaciones sectoriales dejaron de formar parte de la coordinadora. KAS como alegal, el movimiento como idea, una producción teórica mínima y una gran habilidad organizativa, con el objetivo de aislar a su gente de la represión legal.
Fuente: Francisco LETAMENDÍA (1997), Juego de espejos. Conflictos nacionales centro-periferia, Madrid, Trotta, p. 319.
Independentismo aragonés y su estructura. Alejados de la realidad social e identitaria de Euskal Herria, el BIC puede llegar a funcionar (ya lo hace) como una coordinadora. Quizá haya que crecer territorialmente y expandir pretensiones hacia colectivos sectoriales (ecologismo, lenguas, derechos civiles). El riesgo de ser una tribu más está ahí. La estrategia de la doble vía también, aunque no parece que vaya a utilizarse por ahora (recelos en una batalla de grupos pequeños, otras prioridades…). La asturianización ya se está produciendo (EA, BIC, TA, AE, MLNA). El tiempo pondrá todo en su sitio.
UPD ¿Aragón? Nos deleita el cálido agosto a través de su coordinador general, Javier Carroquino, en un artículo de opinión titulado “Estrategia partidista”. En este texto habla de su espacio, ocupado actualmente por el “identitario” PSOE y la derecha. Me hago un lío. Ellos quieren ocupar el espacio sociológico del PSOE pero sin pactar con los nacionalistas periféricos. Y supongo que renunciando a gobernar u ocupar escaños en esos extraños parlamentos de provincias. Y por si acaso con reforma de la ley electoral para que los Galeuscat, soberanistas extraños y autonomistas desfondados jamás de los jamases puedan tomar decisiones en su “cámara nacional”. Doble rasero. La UpyD, peligrosamente española: “Para que los partidos nacionalistas dejen de condicionar y coartar el presente y el futuro de nuestro país”.
Un cuento cíclico, como los banales que siempre vuelven. Hace un año se sucedía una guerra de banderas.
Pero Ejpaña (versión navarrera) nunca cede: Sanz amenaza con “perseguir” a los impulsores de la ikurriña.
Matarilerilerón Chispón. Y casi el cuento se acaba si no fuera porque en Chaca siguen sin cumplir la ley.
Pero gobierna el PSOE. Este cuento (breve) se ha acabado.
PD: dedicado a aquellos luchadores que una fría noche de 1998 quisieron invertir la suerte del cuento en la ciudad que fue capital del país.
Hagamos doctrina, reflexionemos sobre cómo las principales corrientes de pensamiento han eludido el tema de la identidad. El marxismo y el liberalismo las grandes teorías políticas de los dos últimos siglos, han tratado de disolver las raíces territoriales e internacionalizarlas. En el caso del liberalismo es evidente que se trata de favorecer el mercado global, el caso del marxismo para construir una sociedad sin clases y sin fronteras. La identidad es la parte nuclear de todo nacionalismo, porque sin identidad no existe la nación. Existen procesos de formación nacional, en los que priman los modos de identificación grupal reactiva (lo que no se es) repecto a aquellos de carácter afirmativo (lo que se es). El nacionalismo es una manifestación de etnicidad politizada En el caso de la nación, su conciencia política perdura como fenomeno psicosocial, aunque por ejemplo con el transcurrir del tiempo se pierda la lengua propia.
Todos estos rollos teorizantes no tienen sentido tras un partido de fútbol como el Ejpaña-Italia del pasado domingo. El nacionalismo banal, cotidiano, se vuelve exultante y patriotero. Banderas, camisetas, cánticos, proclamas, sentimientos de pertenencia. El argumento del triunfo, de la victoria es un eficaz antídoto. Puesto al revés, cuando la exhuberancia (siempre rácana) es de las naciones sin Estado, aparece el pitorreo, el ninguneo y el calificativo de politización. Es lo que hay. Patriotismo del fácil. Nacionalización de las masas sin tener que forzar mucho (ya teclea el canal Cuatro los sentimientos adecuados). Siempre nos queda Rusia (como en el Eurobasket de Madrid).
Ampliar sensaciones en Selezión espanjola.
La independencia es posible, viejo eslogan que en nuestro país defiende el partido Estado Aragonés. Los contrarios a ella, es decir defensores de la soberanía del estatus actual (en nuestro caso el español) esgrimen mil argumentos en contra de esta legítima y democrática posibilidad. Hablemos del Día Después, como hace Félix De Azua (“Sobre las ruinas del siglo pasado”, El Periódico de Aragón, 21.10.07), arrepintiéndose de su pasado comunista, otorga un fin totalitario a este tipo de objetivos, escandalizado por el día después, preocupado por esa mitad de vascos y esos dos tercios de catalanes que se sienten españoles. De Eslovaquia a Chechenia sólo hay un paso. Nuestro querido Félix, remueve todo para que nada cambie, porque los tanques los pone la sacrosanta Constitución.
Post dedicado a Sozialista, cuyo eterno sueño bloggero ha de llegar a su fin.
Y aquí un complemento para que Félix De Azúa se incomode intelectualmente:
Ayer esbozábamos el apagón del aragonesismo de media asta (40.000 + 40.000 siempre es igual a cero). La representación territorial en Madrid. El nacionalismo español es el gran vencedor de estas elecciones. Las cosas son así. Datos, que todo el mundo tiene, pero hay que insistir: 323 diputados (incluyo UPyD) de 350 posibles; un 54% de los votos, 22 millones de apuestas por la PPSOE (más Rosa Díez). Los llamados por los medios «partidos minoritarios» (algunos gobernando «provincias» rebeldes) se quedan en 28 escañitos, una tendencia que va a la baja desde 1996 (eran 53 por entonces). Lo de IU es para analizar aparte, y la cosa no tiene nada que ver con la ley electoral, sino con el encaje (su discurso) en este Estado maravillosamente plurinacional. La doble lealtad y el españolismo campan a sus anchas, como nunca. Esa es la gran y amenazante lectura posible. Aragón, bastión de la hispanidat, como bien se expone en Aragón hoy es más España. En Catalunya la masa electoral crítica de ERC ya afila las uñas públicamente. En cambio, la masa chuntera, en estado depresivo, sin entender cómo pasan estas cosas, de dónde viene tanta indiferencia (lean Por escribir algo…). ¡Viva la Expo socialista!