Vamos a meternos de lleno en el meollo electoral. Lo primero que llama la atención en la campaña aragonesa es la ausencia del PAR. Según ellos, hay que adaptar las circunscripciones electorales, de estatales a autonómicas. De fondo, su ausencia trasluce un aislamiento apoyado en su inexistente discurso ideológico: como partido bisagra, partido de Aragón, etc. PSOE y PP lo tienen claro. IU va con su marca La Izquierda. La Coalición por Europa es demasiado radical para el PAR (PNV o CiU). Europa de los Pueblos, como que no, con esa ERC, y CHA su eterno enemigo. Y si seguimos tirando del carro, tenemos a II, pero ya casi suena pornográfico. Alfonso Sastre de la mano de Teresa Perales o el Boné de turno. Así esta el PAR, vender humo porque es un partido sin ideología, y que encima va a tener que dar muchas explicaciones (judiciales y políticas) por el escándalo en La Muela.

Mientras escribimos sobre esto, la cuchipanda ejpañolista ataca de nuevo. Ahora que el movimiento anticolonial e identitario anda con otras cosas, ellos aprovechan para homenajear a la bandera que «une y no disgrega».

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