Leyendo Tierra de Barrenaus (Chorraland) alucinaba con el macrocasino monegrino: 32 casinos, 72 hoteles, 17.000 millones de euros de inversión, 60.000 empleos directos. Parecía una broma sacada del Día de los Santos Inocentes. Spyland, el paraíso del espionaje. En la tele nacional empezaron a sacar a Biel frotándose las manos ante tamaña tontería. ¡Qué bien! Fomentemos la expoculación.
Tonta quimera. Hablemos del Rubiatrón de finales de los años ochenta, de ese puerto a lo Marbella que querían hacer en Nuévalos, ¿Puerto Venecia?, esas infinitas candidaturas de Chaca. Incluso cuestionamos el modelo Dinópolis, pandereta paleontológica y contratación laboral precaria. Tirando de becarios cualquiera saca beneficios.
Juegan con los sentimientos, que es quizá un factor identitario más a la hora de estructurar la psicología colectiva del pueblo aragonés. Por ahora no comento más, este miércoles 12 presentan el proyecto. Penica de país.
Una grata visión anticolonial vía Gara, en Hagan juego… en el desierto de los Monegros.