Quería escribir con algo de sosiego sobre el tema de los pisos ocupados. Ya que el maremágnum de noticias era tremendo hace unas semanas. Por momentos parecía que se iba a acabar el mundo con este tema.

Ya hemos visto que hay un interés por crear miedo en sitios donde no existe este conflicto. Vean el caso de Teruel y la propuesta del concejal de Ciudadanos (Ramón Fuertes) para elaborar un plan municipal para combatir la ocupación. Y las respuestas irónicas desde el Plan de Choque Social de Teruel.

¿Qué hay detrás de la campaña contra la okupación?

En este artículo, el sociólogo Emmanuel Rodríguez nos plantea la verdadera dimensión de este problema, con cifras que demuestran que el incremento de viviendas ocupadas no es especialmente significativo. De 25 millones de viviendas que existen en el Estado español, sólo 1 de cada 3.571 fueron denunciadas por este hecho en 2019.

Por otro lado, la inmensa mayoría de los casos se producen en las grandes urbes -Barcelona y Madrid-. No en Teruel. Evidentemente, el lucrativo negocio de las empresas de seguridad y videovigilancia apela a «si la ocupación te afecta a tí».

Fuente / AraInfo

Es el pánico moral de las clases propietarias. Aquellas que accedieron al crédito antes de la crisis de 2007-2008, con la casa en propiedad y un endeudamiento que ahoga. La falsa prosperidad de tener propiedades. Ya se ha visto con la Sareb o los desahucios.

La sociedad española es de tener propiedades y ese nicho es el que interesa aprovechar económicamente. Empresas de seguridad, especuladores varios, legislación a la carta. Casi que volvemos a 1791… propiedad, propiedad y proteger la propiedad. Nadie piensa en lo que hay detrás de una ocupación… muchas veces desesperanza. ¿O el derecho a una vivienda no está reconocido como un Derecho Humano?