
Tenía pendiente desde hace tiempo leer Chavs, de Owen Jones (2012), una obra crítica con la demonización que sufre la clase trabajadora en Gran Bretaña. Un libro contundente y que expone de forma clara esa gran mentira de la clase media, la paz social y la negación de la lucha de clases (degradando a todos los niveles a la clase trabajadora).
Margaret Thatcher abrió el camino para evitar que la gente pensara en términos de clase. Para ella era un concepto comunista, que agrupaba a las personas en bloques y las enfrentaba entre sí. Los conservadores apostaban porque la gente mejorase su vida a través del enriquecimiento personal y el emprendimiento, no por la acción colectiva.
Y así nos va, porque la resignificación simbólica de la gente humilde pasa por tener propiedades, ascender socialmente para crear la denominada «clase media». En el Estado español vivimos todo esto con especial intensidad, ya que la destrucción de la conciencia colectiva ha generado una mentalidad generacional que sólo se valora por lo que posee, su título académico (meritocracia) y por la individualidad llevada al extremo. El narcisismo más absoluto.
Este desposeimiento explica el rechazo general, la demonización, de la huelga como herramienta para que los trabajadores tengan mejoras en sus ámbitos laborales. El reciente caso de EULEN en el aeropuerto de Barcelona es un ejemplo claro. Y los estibadores. Y mil casos más. La falta de solidaridad y empatía, debilita y hace que la gente se alinee con el poder. Así de triste.
Desde la época de Thatcher, las rentas del capital se han disparado, incluso en los ciclos de recesión económica, mientras que las rentas del trabajo pierden fuerza. Sin más. Somos mayoría pero nos siguen ganando la batalla. ¿Qué opinas?
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