Como siempre, he vuelto a disfrutar del festival que viene celebrándose en Artieda desde el 2009. Nueve ediciones, no me he perdido ninguna, y que dure. Han cambiado mucho las cosas desde aquel 2005, con Chobenalla Aragonesista organizando el primer evento tipo «festival veraniego» en la historia del independentismo aragonés.
La crónica de este año la podéis leer en Arainfo. Lo que he vivido en el festival ha sido muy intenso, este año se producía el relevo organizativo, y en este caso, Purna, junto al colectivo artiedano de Aturando Yesa, llevaban el peso de que todo estuviera correcto. Me perdí las charlas del sábado -hay que ayudar en la cocina, o intentarlo- pero estuvieron muy bien, con mucha gente interesada. De tardes, estuve ayudando en el puesto que montaron mis compañeros del Sindicato Obrero Aragonés, los cuales inician una campaña de afiliación con materiales nuevos. La noche fue larga pero bella en lo musical, descubrimientos como Mafalda, reencuentros de hace años (Manolo Kabezabolo) y locura con Azero.
Creo que el protocolo contra agresiones sexistas funcionó, o por lo menos quedó claro que no habría impunidad para los machistas. Quizá la gente que viene al festival, debería ser un poco más limpia -alguna zona de acampada estaba especialmente descuidada: respeto medioambiental…-, y eché en falta la presencia o visita de agentes políticos que solo hacen que rezar por la «compleganza». Pero desde un ordenador todo se ve perfecto.
En resumen, enhorabuena «chobenalla» de Purna. Referencialidad, compromiso, trabajo y disfrute. Nos vemos en 2017.
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