Van pasando los días y en algunos sitios del Estado el Movimiento 15-M continúa resistiendo de forma presencial. He escrito poco sobre este tema, más que nada por prudencia. La cantidad de información que pude recibir en muy pocos días (sobre todo la semana anterior a las elecciones), hizo que me saturara mentalmente sobre los análisis que podía hacer. En horas, las cosas cambiaban y no me veía capaz de escribir algo coherente. Intelectualmente ha sido un desafío en el que he podido comprobar como la práctica siempre termina barriendo a la teoría. Y llevábamos muchos años en el diván del conformismo.
Siete de cada diez personas apoyan al movimiento aunque crece la opinión de que hay que desalojar. La derecha ganadora lo veía como un movimiento electoral. La izquierda sabe que detrás de cada asamblea hay personas que llevan años luchando en movimientos sociales. Unos lo ven como un movimiento españolista. Otros lo quieren más radical. En fin. Opiniones variadas.
Me suelo pasar por la asamblea de Uesca, aquí os dejo el enlace.
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