Calentando motores de cara a la huelga general, uno valora de forma negativa el desánimo de muchas personas hacia la izquierda (que ellos SÓLO identifican con PSOE y grandes sindicatos). Eduardo Haro Tecglen afirmaba que el principal problema de la izquierda es que ha sido desposeida del futuro (ensayo Ser de izquierdas, 2001, pp. 62-63). Tras la caída del comunismo parece que ya no tienen futuro que ofrecer. Ya no hay ni paraíso, ni equilibrios ni esperanza. Eso afecta al trabajador cotidiano. La derecha y el pensamiento único ha legitimado la idea de que el futuro cabe en una agenda, es algo inmediato, obtenido en el mismo día. Este planteamiento es altamente tóxico. Ya que recurre a ese neoliberal fin de la historia y así amenazar con cuestionar el sistema de pensiones, las ayudas, el paro, los despidos baratos… En esas estamos, hay alternativas pero la gente tiene que dejar de ser temerosa y obediente. Como dicen algunas compañeras: PIEDRAS CONTRA SUS TIJERAS.
Vamos a cambiar de tercio tras la triste (y emotiva) semana labordetiana. Quiero dedicar unas líneas a un club de fútbol de los más atípicos en toda Europa: el Sankt Pauli de Hamburgo. Un equipo que tiene por bandera una calavera pirata y que además recoge una serie de peculiaridades que lo convierten en un club muy popular en el Estado alemán. Con un pequeño estadio, situado en un barrio obrero de Hamburgo, sus valores contrastan con el club poderoso de la ciudad (el Hamburg), el de las clases acomodadas. La afición del Sankt Pauli se caracteriza por sus convicciones antifascistas y antirracistas, aspectos que el propio club recoge en sus estatutos. Incluso algunos jugadores de este equipo se han implicado en el movimiento okupa de la ciudad o han participado en brigadas de solidaridad por centroamérica. Todo un ejemplo de cómo hacer las cosas con otro estilo en el apestoso y millonario mundo del deporte rey.
No sólo se destroza un país de forma física (pantanos, megaproyectos, recortes laborales…), sino que muchas veces, lo sutil, lo simbólico, agrede a otro nivel.
Por cuestiones de trabajo voy todos los días a Balbastro por la A-21. A la altura de Belillas, hay una señalización de un barranco en la que pone «Rija». Una palabra algo extraña, poco aragonesa, lingüísticamente hablando. Aunque la toponimia tiene estas cosas. Consulté algún mapa topográfico y me encontré en esa zona con el río Ripa, que baja entre el citado pueblo desde Liesa, una especie de barranco con caudal irregular que nace por las sardas de Arbaniés. Consulté a Chesús Vázquez, el mayor experto en toponimia altoaragonesa y con el topónimo «Ripa» descubrí que es un vocablo muy extendido en el aragonés hablado y que nombra «la ladera erosionada de un monte», ya que viene del latín RIPA, margen de un río, ribera (en Nombres de lugar de Sobrepuerto, Uesca, 2002, p. 225). Ahí queda eso. Un poco de seriedad por favor.
En la inmensa respuesta popular ante el fallecimiento de Labordeta, uno se para a pensar en este país y sus circunstancias. Es una paradoja tremenda, ya que probablemente hemos presenciado el nacimiento de un mito, algo que se veía venir pero que está alcanzando unas cotas de socialización nunca vistas en este país del aplauso difícil y el enconamiento sin pudores.
Igual que hemos encontrado la reacción banal del españolismo con su triunfo en el mundial, podemos tener ahora la posibilidad latente de «explotar» ese aragonesismo de espalda ancha que representaba Labordeta. Y esto lo expongo desde un blog de pensamiento anticolonial, siendo consciente de todo lo que conlleva. Hay un fervor mitológico, una obsesión sincera, un modelo a imitar y esto reproduce actitudes y percepciones sobre el ciudadano. Labordeta no era independentista, eso lo sabemos todas, pero su potencial identitario arrastra masas y parte de su mensaje hay que hacerlo valer (lenguas, defensa del territorio, dignidad…). Al final, lo simpático puede volverse en nuestra contra: el rey habla de José Antonio como «gran patriota». No dejemos que invadan nuestros símbolos, por más que su universalidad trascienda los rincones de este pequeño país.
Gracias Mixina: fuente de inspiración de este post.
Se marcha un grande entre los grandes. José Antonio Labordeta nos deja, con un suspiro quedo, un sonido seco, como esta tierra, este país sin hacer. No somos nadie pero su trascendencia quedará ahí, en la memoria colectiva de los aragoneses. Que la tierra te sea leve. Seguirás tocando tu guitarra, escribiendo versos libres y provocando con tu fina ironía somarda, la sonrisa y complicidad de quien te quiera escuchar.
Una cosa rápida que leí hace poco. Resulta que el Estado español es uno de los pocos que sigue sin reconocer a Kosovo como país independiente. Aunque el Tribunal Internacional de Justicia diera el visto bueno en julio al proceso de secesión respecto a Serbia. Junto a la Ejpaña plural se alinean Chipre, Grecia, Rumania y Eslovaquia (todos estos por cuestiones territoriales o geodiplomáticas). Así estamos, no hay nada como ser democrátas y defender la ilegalidad vigente. Menuda caspa.
10 jugadores procedentes del Alto Aragón (lo que viene siendo provincia de Huesca) han formado parte de la primera plantilla del Real Zaragoza en sus 78 años de historia. Pocos muy pocos, aunque podríamos contar también a los hermanos Lapetra, que en la fuente que he consultado aparecen como «zaragozanos». Está claro que el fútbol aragonés no ha sido puntero históricamente: la cantera vasca y catalana siempre ha administrado de jugadores a equipos como el Zaragoza. Aunque la proximidad geográfica también hace mucho: de esos 10 futbolistas altoaragoneses, la mitad son de Almudébar. ¿Cantera o cartera? Las provincias impermeabilizando esa identificación entre club y país. Eso sí, habrá que contar cuántos zaragozanos han defendido la elástica oscense. Supongo que serán muchos más, cuestión demográfica. Pero este tema es historia para otro post.
Anunciada una nueva y calculada tregua por parte de ETA y observando que el escenario vasco lleva enquistado unos cuantos años, mis reflexiones miran hacia Catalunya. 2014. El pueblo avanza. En un sugerente libro de Héctor López Bofill (profesor de Derecho Constitucional y miembro de Solidaritat Catalana) se exponen las bases reales para que Catalunya se independize. Una de sus tesis básicas para crear un estado propio es la de ligar la secesión a los intereses de la Unión Europea. Es decir, a que el pueblo que se emancipa cumpla con los criterios de estabilidad económica, garantías democráticas avanzadas, respeto a las instituciones comunitarias y a los derechos humanos. Así de burgués y así de sencillo. Lo otro, sería la típica indignación de un Estado miembro de la UE que basa su poder en la opresión y dominación (españoles, franceses, ingleses…). En esas estamos, los vascos en su bucle y por Catalunya visualizando el proceso.
Fuente / LÓPEZ BOFILL, Hèctor (2004): La independència i la realitat. Palma, Moll, pp. 162-166.
Así tituló El Periódico de Aragón (29.08.10) las perspectivas de CHA ante el nuevo curso político. Un reportaje en el que se analiza la situación de los partidos parlamentarios, así, del PSOE se informa que sufren el desgaste del que gobierna pero tienen buena infraestructura. Del PP, que están bien preparados para la alternancia en el gobierno pero tal vez paguen el escaso autonomismo de Rudi (antiaragonesa la calificaría). Del PAR, un poco lo de siempre (malestar de militantes y bicefalia). Y de IU, que son muy majos y cercanos pero el voto útil los puede matar.
Pasaremos a lo que más me interesa, Chunta Aragonesista. El análisis es optimista para El Periódico, la renovación de este partido supondría un soplo de ilusión para muchos de sus «exmilitantes y exsimpatizantes». Dicho así, suena raro, raro, raro. Como si quisieran plantear un borrón y cuenta nueva. También valoran de forma positiva la figura de su presidenta, Nieves Ibeas, la cual es más conocida en la actualidad. Pura lógica. Por el lado negativo se reconoce que el nacionalismo aragonés está en horas bajas y que el auge del nacionalismo español puede hacer mucho daño. Más factores en contra: el voto útil, gracias a la americanización de la política y estar con un suelo electoral muy lejano de sus mejores resultados (2007). Todo está por ver. Vamos calentando los motores otoñales.