Al medio El Periódico de Aragón le ha dado por lanzar balones de oxígeno y en estas que el domingo pasado aparecía en su edición impresa un artículo de crónica política titulado «CHA vuelve a sonreír de nuevo». El resumen del mismo contiene una lectura alcista y positiva de todo el trabajo hecho por CHA desde su última asamblea (enero de 2008), alabando la renovación del mismo, su papel en las cortes (oposición dura pero constructiva) (aplauso silencioso del periodista, Antonio Ibáñez, por permitir que saliera adelante la Ley de Lenguas), la refundación de sus juventudes o cierta vuelta al trabajo en la calle. Detrás de todo esto, podemos percibir cierto interés del Grupo Zeta por dar una imagen de la nueva CHA, la de Nieves Ibeas, el aragonesismo pragmático que numéricamente le puede dar el poder a un futuro gobierno del PSOE.

Personalmente, no me convence nada este endulzamiento de la realidad. Hace 5 años este medio escrito aprovechaba la situación para acusar a CHA de doble moral, de cainismo, de políticos del acomodo y el aburguesamiento. Ahora la CHA interesa a determinados medios aragoneses. El soberanismo queda en su mismo sitio, alejado de estos debates. Pero esos brotes electorales chunteros están ahí, tras la tempestad siempre llega la calma. La paciencia y la reorganización. Son otras caras. Es otra CHA. La mía ya murió. Hablarán los fariseos del unitarismo. También los interesados del centro-izquierda españolista. Resucitarán muertos. Pero hay que avisar.