En estos últimos días están apareciendo por diversos medios comunicados y propuestas de análisis en relación a objetivos políticos y organizativos de la izquierda independentista aragonesa, unos personales (ver Análisis, síntesis y soluciones a la situación sociopolítica aragonesa actual), y otros colectivos (ver Documento político de Puyalón). Ahora nos toca mirar hacia atrás.
Hace 9 años cuando el movimiento indepe luchaba por su visibilización social, en ese «quiero y no puedo» entrista con respecto a CHA, en aquellos tiempos hubo un pasquín-manifiesto, que se llegó a repartir y difundir en torno al Diya Nazional del año 2000. Firmado por algo que se llamaba «Estado Aragonés», un guiño histórico al partido que se fundaría unos años después. El manifiesto habla de lugares comunes (Aragón colonia, militarización, pérdida de la cultura autóctona, políticas agresivas medioambientalmente) para el nacionalismo aragonés. Incidiendo en el momento que era, la mayoría absoluta del PP y ese PHN que amenazaba el país. Pero se hace un llamamiento en plural a lxs aragonesxs, ya que Aragón debe ser independiente, como proceso de autoestima y respeto, pero también para salvarnos del centralismo españolista y así unirnos al resto de pueblos que luchan por la libertad. Resumido, eso era todo. Probablemente el primer manifiesto independentista en la historia reciente del pueblo aragonés. Ha llovido y la cuestión ha madurado. Es cuando volvemos a la actualidad, noviembre de 2009… (Continuará)
noviembre 19, 2009 at 13:25
Yo no sé si hace 9 años alguien estaba en un «quiero y no puedo entrista respecto a la CHA», si que tengo claro que los independentistas que participamos en la fundación de CHA no teníamos ninguna estrategia «entrista» participábamos en un intento sincero de organizar una alternativa nacionalista unitaria con un programa común, elaborado desde las bases (roldes y collas) y una estrategia que se basaba en la independencia de las fuerzas políticas españolistas y una oposición a sus gobiernos.
Creo que impulsar cualquier otro movimiento que no gire en torno a esas dos ideas (unidad del nacionalismo aragonés, articulado en su programa desde la base, frente al españolismo) significa en el mejor de los casos perder el tiempo.