Debuxo de Carlos Azagra.
Poco que decir ante noticias como esta. Os paso un artículo que me parece acertadísimo en relación con el conflicto político vasco.
En la tenebrosa Argentina de la dictadura pensar era un crimen y, por lo tanto, a priori todos éramos sospechosos. Nadie sintetizó mejor esta visión criminal y paranoica del mundo que el General Ibérico Saint Jean cuando en Mayo de 1977 dijo que «primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después … a sus simpatizantes, enseguida … a aquellos que permanecen indiferentes, y finalmente mataremos a los tímidos.»
Esta sombría reflexión acude inmediatamente a nuestra conciencia al leer las noticias que dan cuenta de la razzia practicada por más de 650 agentes de la Policía Española y la Guardia Civil y que culminó con la detención y traslado a Madrid de 34 jóvenes del País Vasco acusados de «terroristas.»
Vía / www.kaosenlared.net/noticia/euskadi-la-formula-saint-jean
«Y todos y todas olvidarán lo contentos que estuvieron con la dictadura. Todos aquellos que nos darán lecciones baratas de democracia apenas habrán movido un dedo cuando el fascismo imperaba».
Salvador Puig Antich.
Ocurren cosas extrañas y españolizantes en Euskadi. El gobierno socialista ha tendido sus redes para tratar de inyectar fuertes dosis coloniales allá donde pueda. Ahora, el obispado de Donostia lo ocupará un señor que estaba en Palencia y que es antinacionalista (El nuevo obispo de San Sebastián, un antinacionalista, elperiodicodearagon.com, 22.11.09). Una gran estrategia, la feligresía vasca (y vasquista) estará muy contenta. Hace pocos días el gobierno vasco estudiaba solicitar que la Vuelta Ciclista a España vuelva a pasar por allí. O tal vez, que la selección española de fútbol también lo haga. El PNV traga y espera. En verano protestaron por un banderón español que colocó el ejército en el mítico monte Gorbea. Aquí, en menos de un mes tenemos otra vez cita para protestar contra ese banderón que sigue en la zaragozana plaza de Aragón. Nos vemos.
Si pensáramos en las señas de identidad del imaginario nacional aragonés enseguida nos vendrían a la mente elementos como las lenguas, los gaiteros, el paisaje, la memoria histórica, el derecho… Este tipo de cosas. Pero lo más reconocible fuera de nuestras fronteras se lo dejamos a los españoles (o regionalistas aragoneses). La JOTA. Así como suena. Por eso iniciativas como la de la Peña Os Tenazetas (en Samianigo) tienen un gran interés. Llevan dos años organizando un recital llamado «Aragón canta al Serrablo», en el que tratan de juntar a los campeones de jota aragonesa (gente que ha ganado el Certamen zaragozano del Pilar, lo máximo). Detrás de este asunto hay una idea, una propuesta de fer país, tratando de arrancar la jota de las garras de la hispanidad. Asunto complejo, porque la invención de la tradición aconseja que el señor Franco supo ver aquéllo que nosotros infravaloramos. Emotividad. ¿Qué hubieran hecho catalanes o vascos? Yo lo tengo muy claro.
Me divierte teorizar y hubiera cerrado este conjunto de posts sobre las perspectivas del independentismo aragonés, con el análisis del documento de Puyalón. Pero como hubo ciertas sugerencias o correcciones acerca de la necesidad de sacar a la luz un «texto virtual» del año 2000, os expongo un editorial de la revista Rolde (número 37, octubre-diciembre 1986, p. 3), unos meses después de la fundación de CHA. Hace 23 años se daba la bienvenida al aragonesismo político, y el REA -impulsor del mismo-, defendía ese proyecto por su progresismo, modernidad y activismo. Pasó tiempo de aquello. Ahora, recogí ese texto del 2000 porque hay otro cambio de ciclo, que indica superar la etapa de las personas concretas, los textos caseros y las plataformas efímeras. Reivindiquemos nuestra memoria histórica como herramienta de comprensión y transformación.
En esta tercera parte de las perspectivas del independentismo aragonés recogemos el documento político presentado por Puyalón el pasado 6 de noviembre. Se trata de un texto, fresco, de rápida lectura y que sujeta unos objetivos interesantes. Dividido en varios apartados, pivota sobre el trabajo que se ha hecho y el que pretende hacer el BIC y sus organizaciones. Una hoja de ruta que pretende desarrollar organizativamente una alternativa como movimiento social e identitario. Aspecto que pasa por minorizar la invisibilización del soberanismo aragonés, atacando a la clase política aragonesa, definida como regionalista y neoliberal. El programa de actuación pasaría por abandonar los Espacios de Resistencia, movilizando apoyos para demostrar que hay alternativas al capitalismo. Dentro de este marco, Puyalón critica la resignificación de las identidades de género como forma de mantener la hegemonía masculino-patriarcal. También apuesta por una Europa en la que la clase trabajadora se libere de modelos económicos suicidas, y por supuesto exigiendo el derecho a disentir (contra la represión de los movimientos sociales), el derecho a poder hablar (en aragonés y catalán), y el derecho a decidir libremente. El documento acaba con una defensa del territorio (alineándose con el discurso ecológico del decrecimiento) y del antimilitarismo (muy encendida, dadas las circunstancias en Aragón). Buen texto, con mucha fuerza interpretativa.
Hace 2 días comentábamos un manifiesto independentista del año 2000. Ahora toca recoger el documento de análisis realizado por Adrián y que ha generado una interesante polémica en internet. Este texto parte de la idea de reconstruir el tejido del Movimiento de Liberación Nacional de Aragón, en base a sensaciones que demostrarían una consolidación del mismo, y cuyo ejemplo próximo sería la más que probable unión de las dos organizaciones juveniles (Astral y Chobenalla). Se insiste en el peso determinante de la juventud a la hora de liderar la revolución (habla de Cuba, «Mayo del 68», etc.), relacionando este hecho con el papel de la misma en Euskal Herria y los Països Catalans (sic). De forma acertada el propio autor expone como es la propia Chobenalla la generadora del movimiento actual, aunque en parte confunde esa parte con el todo, cuando habla de derrumbe del mismo a raíz del proceso de expulsión de CHA. Ese momento, marca un antes y un después, aunque Adrián equivoca fechas, CHA se convirtió en un partido más del sistema en 2001, en la asamblea que permite llegar al poder a la pareja José Antonio Acero y Gonzalo Orna. CHA albergó independentistas pero nunca llegó a serlo. Luego pasamos a Astral, con una historia más corta en el tiempo, pero que le ha llevado también por derroteros similares (desvinculación de Estado Aragonés).
Tras la apuesta ilusionante por unir ambos colectivos, se traslada a analizar el papel del BIC. Aquí cuestiona su función de bloque, no por los colectivos que permanecen, sino por los que pasaron. En el texto se valora la lucha del BIC, sobre todo en Zaragoza. Sigue con la disección cogiendo al tridente del Bloque (A Enrestida, Puyalón y Chobenalla) y alabando su labor activista. También empondera la labor del SOA como verdadero sindicato de clase. O el trabajo de los colectivos estudiantiles UCA y ChERA. La loa continúa con movimientos no políticos, plataformas de variado tipo, etc. Al final, la propuesta marxista-leninista recoge frases y objetivos, unos más acertados que otros pero sin justificación previa, por lo menos leyendo todo lo anterior. Un texto interesante, que analiza algo (aunque faltaría más perspectiva), sintetiza bastante y soluciona poco a corto plazo. Pero la intención es buena.
En estos últimos días están apareciendo por diversos medios comunicados y propuestas de análisis en relación a objetivos políticos y organizativos de la izquierda independentista aragonesa, unos personales (ver Análisis, síntesis y soluciones a la situación sociopolítica aragonesa actual), y otros colectivos (ver Documento político de Puyalón). Ahora nos toca mirar hacia atrás.
Hace 9 años cuando el movimiento indepe luchaba por su visibilización social, en ese «quiero y no puedo» entrista con respecto a CHA, en aquellos tiempos hubo un pasquín-manifiesto, que se llegó a repartir y difundir en torno al Diya Nazional del año 2000. Firmado por algo que se llamaba «Estado Aragonés», un guiño histórico al partido que se fundaría unos años después. El manifiesto habla de lugares comunes (Aragón colonia, militarización, pérdida de la cultura autóctona, políticas agresivas medioambientalmente) para el nacionalismo aragonés. Incidiendo en el momento que era, la mayoría absoluta del PP y ese PHN que amenazaba el país. Pero se hace un llamamiento en plural a lxs aragonesxs, ya que Aragón debe ser independiente, como proceso de autoestima y respeto, pero también para salvarnos del centralismo españolista y así unirnos al resto de pueblos que luchan por la libertad. Resumido, eso era todo. Probablemente el primer manifiesto independentista en la historia reciente del pueblo aragonés. Ha llovido y la cuestión ha madurado. Es cuando volvemos a la actualidad, noviembre de 2009… (Continuará)