Ha ido pasando la semana y en la misma, hemos podido constatar como el pucherazo que se cernía sobre II-SP queda en el limbo de las leyendas mitológicas que van de la medio-verdad a la medio-ficción, ya que por un lado se ha hablado de fallos técnicos con los códigos al pasar los datos, y por otro se alude a un pucherazo de proporciones históricas. Aún con todo el tufillo es extremo y deja las cosas bien marcadas para un futuro, casi como si no hubiera vuelta atrás: la «Democracia» es de ellos y los que quieran superarla o destruirla están al margen del sistema. Mientras esto sucede el Partido Popular vuelve a la carga con que hay que ilegalizar el agua. Y así el nacionalismo español sigue con su ciclo de miserabilidad, y como dice José Luis Trasobares, Aragón, nuestra querida Tierra Noble, aupando ese discurso, entre celebraciones excesivas, imposiciones sutiles, fotos de bien quedar y cavernas invisibilizadoras. A buen entendedor…