Así es, miren los resultados y comprobarán que hemos pasado de un 9% a un 3% sobre los votos totales. Y digo «hemos», en primera persona del plural, porque los otros, los colonos van arrasando, con su banalidad, su bipartidismo y su manipulación. En época de crisis el partido en el Gobierno sufre el desgaste: eso explica la victoria (pequeña) del PP sobre el PSOE. La CHA decrece, cuesta abajo y sin frenos, pero tampoco es para tanto (una campaña de perfil bajo, en lo ideológico y en lo simbólico), aderezada con extraños gestos como eliminar a sus compañeros de viaje de las papeletas aragonesas. De Iniziatiba Internazionalista esperaba más en el país, a nivel estatal se salva por el compromiso euskalerriaco (con un 80% de los 175.882 votos), aunque habrá que ser cautos, los olores a pucherazo empiezan a expandirse. Los 941 votos aragoneses me dejan un extraño sabor agridulce, no sé si será lo que comenta Desde Banarus (no se supo llegar, pasotismo, incomprensión de lo que era la candidatura) o quizá esa extraña burbuja de ilusión anticolonial, viendo el proceso de ilegalización, los apoyos… Habrá que analizarlo mejor porque la coyuntura era histórica. Por otro lado, TA y EA hablan del auge del voto nulo y una posible influencia de su apuesta por esta situación, centrando la realidad prefiero entresacar esta frase de Guillen Forcada que define muy bien la encrucijada del aragonesismo: «la idea que debe de prevalecer es el fin del partido y no éste en sí mismo. Este problema y no otro, es el que está matando el aragonesismo. Una idea débil de Aragón, que lucha por adaptarse en un contorno en el que impera una idea fuerte de España». Tan fuerte como el exito de UPyD, el discurso españolista de la derecha, transformado con el barniz de quien no tiene responsabilidades de gobierno, y que aparece como una tercera vía para el electorado españolista banal, el que sujeta esta cárcel de naciones, dejando migajas a los no-españoles.

SANY0800