Llevamos un verano de curiosas anecdotillas, pero es lo que hay con la insufrible banalidad de los españoles. Aragonando informa. Tres colegas nacionalistas y un compañero en un bar de (H)Uesca en vísperas de fiestas laurentinas. Pacharán en mano, apurando el último trago. Tres tipos a escasos metros de nosotros, cantando jolgoriosamente, en principio parecían los típicos zaragozanos aficionados al fútbol (Todos a una, puta Osasuna), pero rápidamente pasaron al Yo soy español… La verdad es que nos encendió la banal provocación y procedimos a nuestro irrenunciable Independenzia! Se marchaban del bar, la sonrisa y entraron como vaquillas, primero extrañados de nuestra condición de aragoneses y luego ejerciendo de auténticos “psiquiatras” ya que “esto del nacionalismo se cura viajando un poco”. Ellos habrán viajado algo pero de historia de “su región” justicos iban: ni distinguir entre Corona y Reino de Aragón, oiga. Así de patético. Da igual, como han ganado la Eurocopa tenemos que aguantar de todo. Es que los aprendices de abertzales somos muy quisquillosos.
agosto 12, 2008 at 13:25
Anda, ilumínanos un poco tú con la historia de nuestro «país». Permite que podamos despojarnos de la ignoracia y el patetismo «regionalista» que nos ahoga. Quién sabe, quizá logremos ser más felices, ¿no…?
agosto 13, 2008 at 13:25
Quizá seamos más felices quizá no. Por lo menos seríamos libres.
PD: tus comillas me encantan.
agosto 14, 2008 at 13:25
Jamás fuimos más libres que ahora. Nunca el ciudadano aragonés gozó de tanta libertad como en la actualidad.
PD: a mí me encanta la contundencia de tus argumentos.
agosto 14, 2008 at 13:25
Es curioso que quien emplea el manido recurso de que se cura viajando, es quien más lo necesita. Esa u otra cura.
¿Qué libertades son? Enuméralas.