La identidad tiene más funciones, aparte de la simbólica; una más pragmática, la de proteger a los ciudadanos y ciudadanas propias de la nación, construyendo un sistema de bienestar social que garantice sus necesidades de forma prioritaria, en aspectos fundamentales como la sanidad, la educación, la vivienda y el empleo. Esta pudiera ser una de las ideas fuerza de un partido como Tierra Aragonesa.
Existen partidos políticos que se definen como soberanistas o independentistas, y sin embargo no son nacionalistas porque eluden el tema de la identidad de forma explícita. El nacionalismo tiene como «final del trayecto» la independencia. De no ser así se puede caer en el error de ser soberanista o independentista como mera oposición al sistema, caso evidente del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Un rupturismo más estético que real.
Deja una respuesta