El Chiki Chiki de los españoles quedó en el puesto 16 de 25 en Belgrado. No está mal la cosa ¿verdad? Los puristas creen que ésto ha sido la «deshonra» nacional. Otros muestran con orgullo la inteligencia ejpañola capaz de reirse de sí misma y de un Eurofestival que se ha convertido en un maravilloso contubernio de los países del Este. Rusos y serbios de buen rollo. Armenios, georgianos, turcos y azerbajanos. La cuestión es haber sido metrópoli dominante para que la diplomacia te dé sus jugosos puntitos. Por eso mismo, la solución española a sus frustraciones musicales, vendrá por la participación de países como Catalunya, Euskal Herria o quien sabe, nuestro querido Aragón. Ixo Rai! ya lo vaticinaba en una de sus canciones: Pero suena tan hortera lo de la música pop que esperamos que a Aragón lo llamen a Eurovisión (tema Ole por la música). Una traumática y conflictiva independencia te da pie a 12 puntos en el festival. Miren a Letonia o Bosnia. Cuestión de tiempo. Manda la geopolítica.

Por aquí va un avance (cachondo) del potencial catalán… 

Catalunya a Eurovisió