Ha saltado a la palestra la viabilidad sostenible de Gran Scala. El Periódico de Aragón le dedicó ayer su portada, con una áspera crítica a las emisiones de CO2 que van ligadas al proyecto. En un estudio de la Fundación Ecología y Desarrollose indica que el movimiento de turistas y trabajadores para Gran Estafa generaría 15 millones de toneladas de CO2. Los vuelos de los aviones necesarios para traer a esos 25 millones de visitantes provocarían emisiones por todo el planeta, favoreciendo el calentamiento global y el cambio climático. ¡Qué más da! Dirán los gorrinos, casinos y progreso. Cifras mareantes por todos los lados, 273 toneladas de CO2 diarias por el transporte de los empleados en Gran Estafa. Hipócritas del Medio Ambiente los del Gobierno de Aragón, luego a gastar dinero público en campañas verdes, uso de la bicicleta, reciclajes y campamentos en el aramonizado Pirineo. A superar records de república bananera, con esas cifras emitiríamos más de la mitad de nuestras emisiones anuales, de perdidos al río y que se mueran los feos. Siempre pueden hacer como los de la Expo, que para compensar su porción de emisiones, se han dedicado a plantar árboles (que absorben esa emisión). Con Gran Estafa no vale. El informe aludido habla de 1.500 millones de sabinas, o sea, dos tercios de la superficie aragonesa. ¡A por ellos!
La cuestión de Gran Scala es una cuestión de soberanía. El gobierno de aragón se ha vendido al capital internacional. ha firmado un protocolo con una empresa, un protocolo secreto (bueno, casi) en el que simplemente se compromete a cambiar las leyes en función de los intereses del macroproyecto. Leyes a la Carta según el interés del inversor internacional. El Gobierno Iglesias a la vanguardia del neoliberalismo internacional.
Este es el PSOE aragonés, esta es la medida de la izquierda. Solo cabe que el pueblo aragonés se alce en contra y reclame su derecho a decidir, su soberanía, ya lo hicimos con el trasvase, sólo que perdimos todo el crédito con la bajada de pantalones de la Expo (lo han dicho los promotores: «el consenso social alrededor de la Expo ha hablado en favor de Gran Scala») La traición de la CHA, IU y de los cabezas capaces del ecologismo al apoyar la expo en Ranillas ha sido determinante. No sólo la CHA ha de refundarse, ha de refundarse todo el movimiento social, con ecofontaneros fantásticos al frente.
abril 2, 2008 at 13:25
La cuestión de Gran Scala es una cuestión de soberanía. El gobierno de aragón se ha vendido al capital internacional. ha firmado un protocolo con una empresa, un protocolo secreto (bueno, casi) en el que simplemente se compromete a cambiar las leyes en función de los intereses del macroproyecto. Leyes a la Carta según el interés del inversor internacional. El Gobierno Iglesias a la vanguardia del neoliberalismo internacional.
Este es el PSOE aragonés, esta es la medida de la izquierda. Solo cabe que el pueblo aragonés se alce en contra y reclame su derecho a decidir, su soberanía, ya lo hicimos con el trasvase, sólo que perdimos todo el crédito con la bajada de pantalones de la Expo (lo han dicho los promotores: «el consenso social alrededor de la Expo ha hablado en favor de Gran Scala») La traición de la CHA, IU y de los cabezas capaces del ecologismo al apoyar la expo en Ranillas ha sido determinante. No sólo la CHA ha de refundarse, ha de refundarse todo el movimiento social, con ecofontaneros fantásticos al frente.