La Cha avanzaba al revés, en el momento idóneo para hacer una oposición fuerte y dura, se esbafó como un azucarillo, ¿alguna razón objetiva? El oficialismo bernalista había tocado techo, estaba perdiendo el pulso a la sociedad. Y no había minorías con capacidad de maniobra. Puyalón no podía siquiera mandar un boletín propio al conjunto de la militancia. A Chesús Bernal le quedaba una bala más, ese dedito que le escocía un poco, Chobenalla Aragonesista.
Del papel de Chobenalla como minoría cualificada ya hemos hablado por otros lugares. El revisionismo ideológico de la mayoría hegemónica en Cha ha generado una curiosa paradoja: es más radical en su discurso de 1986 que en el de 2007, ¿ocurre eso con PNV o ERC? ¡Ah sí, al PSOE le ha pasado lo mismo! No voy a hablar del nacionalismo de baja intensidad que se ha ido practicando, sino que en temas tan simbólicos como el agua, con una postura a la vanguardia (la Nueva Cultura del Agua) también se han detectado ciertas discrepancias entre los Ligallos de la montaña y los de Tierra Plana, ¿se cuestiona la cohesión socio-ideológica de Cha? ¿Es incompatible recrecer Yesa y apostar por los regadíos sociales? Creo que no pero hay tensiones y dudas. La mayoría no sabe sujetar. Y por el sur también ha habido problemas: alejamiento de la toma de decisiones, Zaragoza pincha y corta… (Continuará)
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